La fondue de queso es un platillo icónico de la gastronomía suiza, originario de la región de Romandía. Su origen se remonta a los pastores de las montañas suizas, quienes encontraron en el queso fundido una forma de calentarse durante los días fríos. Desde entonces, la fondue de queso se ha popularizado en todo el entorno, adaptándose a diferentes recetas y variantes.
Los quesos principales para la fondue de queso
Aunque existen muchas formas de hacer fondue de queso, la receta tradicional se basa en el uso de dos quesos principales: el queso Gruyere y el queso Vacherin Fribourgeois. El queso Gruyere se elabora con leche de vaca en los Alpes suizos, durante los meses de mayo a octubre. Por su parte, el queso Vacherin Fribourgeois también se produce en la misma región y es conocido por su textura cremosa y fundente.
Si bien estos quesos son los más tradicionales, también se pueden utilizar otras opciones como el emmental, el raclette y el sbrinz suizos, o quesos de otros países como el comté francés, el fontina italiano y el cheddar británico. La elección de los quesos dependerá del gusto personal y la disponibilidad en cada región.
Preparación de la fondue de queso
Para preparar una buena fondue de queso, es recomendable contar con una cazuela especial para fondue, que se pueda llevar fácilmente del fuego a la mesa. Una vez equipados, se deben trocear los quesos en dados o rallarlos y frotar el interior de la cazuela con ajo.
A continuación, se añade el queso Gruyere y, si se desea, el queso Vacherin Fribourgeois, junto con vino y zumo de limón. La cazuela se calienta a fuego lento, removiendo constantemente hasta que los quesos comiencen a fundirse. Luego se agrega la maicena diluida en kirsch y se condimenta con pimienta. Se continúa removiendo hasta obtener una crema homogénea y lisa.
En caso de que la fondue se corte o quede muy líquida, existen soluciones simples. Si se ha cortado, se puede añadir un poco de vino blanco, maicena y zumo de limón para recuperar la consistencia. Si está muy líquida, se puede espesar con más queso o maicena disuelta en vino o kirsch. Y si está muy espesa, solo hace falta añadir un poco más de vino.
Acompañamientos para la fondue de queso
Una vez que la fondue de queso está lista, es momento de pensar en los acompañamientos. La tradición dicta que se deben disponer trozos de diferentes tipos de pan sobre la mesa, como panes de cereales, candeal o integral. Sin embargo, también se pueden incluir verduras ligeramente cocidas al vapor, salchichas ahumadas, tomates cherry, champiñones, entre otros ingredientes. La elección de los acompañamientos dependerá de los gustos personales y la creatividad de cada uno.
¿Cómo escoger una fondue?
Para poder disfrutar de una buena fondue de queso, es importante contar con el utensilio adecuado. Existen dos tipos principales de fondue: las tradicionales, que utilizan quemadores de alcohol, y las eléctricas, que permiten regular mejor la temperatura.
En el mercado se pueden encontrar opciones para todos los presupuestos. Desde fondue básicas de acero inoxidable por alrededor de 21 euros, hasta fondue eléctricas más sofisticadas que ofrecen un mayor control de temperatura. También existen opciones de alta gama, fabricadas en hierro fundido, que duran toda la vida si se les da el cuidado adecuado.
La fondue de queso en pan es una deliciosa combinación que se ha convertido en un clásico de la gastronomía suiza y que ha sido adoptada por muchas culturas alrededor del entorno. Con la elección adecuada de quesos y acompañamientos, así como el utensilio adecuado, se puede disfrutar de una experiencia culinaria única y compartir momentos especiales con amigos y familiares.
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